miércoles, 1 de febrero de 2017

“Hay un plan sistemático para destruir la industria nacional y hostigar al pueblo trabajador”

Hace pocos días un costurero ingresó con cámara oculta a un taller clandestino, donde 13 personas eran sometidas a la servidumbre y el hacinamiento. El taller, ubicado en el barrio de Mataderos, hace varios años que trabaja exclusivamente para la firma Cheeky de Juliana Awada.

Nada de esto nos sorprende. Hay un plan sistemático para desaparecer la industria textil en el país. Que Awada siga apoyando la esclavitud y la precarización laboral en los talleres clandestinos es consecuencia de la saña y la venganza  de este Gobierno hacia los sectores populares. Explotan a los mismos  inmigrantes que después condicionan con leyes sumamente xenófobas.

El taller clandestino de Mataderos trabaja exclusivamente para la firma de Awada en la confección de pantalones para chicos. Estamos hablando de empresarios que hicieron su riqueza a costa del trabajo del pueblo trabajador. Y no solo el argentino. Sino que también a esos mismos inmigrantes que hoy quieren echar o restringir su ingreso a nuestro territorio. 

Es inconcebible que la primera dama siga apoyando en sus empresas el trabajo esclavo. Este es el peor momento de la industria textil en muchos años, donde las cooperativas cierran, el Estado sigue rechazando el trabajo textil, negando matrículas y hostigando a las cooperativas. Para la confección de guardapolvos o remeras, dan trabajo a empresas del sector, pero no les pagan o les pagan por debajo de cualquier convenio de trabajo.

Los mecanismos y estrategias que despliegan para mantener esclavizados a los trabajadores son siempre los mismos: los costureros están privados de su libertad, les retienen sus documentos de identidad, trabajan más de 8 horas en condiciones inhumanas y viven hacinados en lugares inhabitables. Para salir a calle deben dejar sus pertenencias como garantía.  Esta es la esclavitud moderna, avalada por el macrismo en la ciudad durante muchos años. Y ahora a nivel nacional.

Pero no todo está perdido. El trabajo que hace La Alameda es increíble. Nos llena de orgullo encontrarnos con compañeros que siguen denunciando este tipo de abusos y explotación en el sector textil. Cheeky ya había sido denunciada penalmente en la gestión de Jorge Telerman, la Defensoría del Pueblo y la Alameda en enero de 2007. En aquella oportunidad, se habían logrado inspeccionar varios talleres con costureros sometidos a la servidumbre, y sin embargo el ex Juez Federal Guillermo Montenegro sobreseyó a la firma. Y otros talleres de Juliana Awada ya habían sido denunciados  en 2006 y  2010. Pero todo sigue igual. Siguen explotando a nuestros trabajadores.

Joaquín Fernández Sancha, presidente de la Red Textil Cooperativa (RTC) y referente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), tras conocerse la cámara oculta realizada por un trabajador donde se comprueba el trabajo esclavo en los talleres de la firma Cheeky. 

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