Esta semana, se elevó a juicio la causa contra el empresario
Lee Sung Yop, quien está procesado por el delito de Trata de Personas con fines
de explotación laboral agravado tras la muerte de los niños Rodrigo y Rolando
Mur Menchaca, en un incendio en un taller clandestino el 27 de abril
de 2015 en el barrio de Flores.
“Las falta de políticas públicas en contra del trabajo
esclavo y la explotación laboral, el silencio de la Justicia y la complicidad de
los grandes medios de comunicación hace que empresarios inescrupulosos sigan
explotando a trabajadores en todos los puntos del país y que las condiciones inhumanas
en las que se trabaja maten a inocentes como Rodrigo y Rolando. Necesitamos del
Estado para que el trabajo esclavo no se cobre más vidas”, señaló Joaquín Fernández
Sancha, presidente de la Red Textil Cooperativa (RTC) y dirigente de la
Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).
Este año, Lee Sung Yop fue procesado en primera instancia por el
delito de explotación laboral. El Juzgado Federal N° 6 determinó en el
procesamiento que “los damnificados trabajaban más de doce horas diarias sin
gozar del apropiado descanso, en precarias condiciones de higiene, ventilación
e iluminación, y en inapropiadas condiciones de seguridad”. También señaló que,
debido al escaso salario que percibían los trabajadores, se veían prácticamente
obligados a vivir en el mismo lugar en el que trabajaban. Esta semana se elevó a juicio la causa.
“Desde la Red Textil ratificamos nuestro compromiso con el
trabajo digno. Siempre vamos a estar del lado del trabajador. Así como en su
momento sumamos a los compañeros del taller de Flores a nuestro proyecto
colectivo para que tengan una nueva oportunidad, siempre vamos a denunciar los
abusos en el sector textil”, remarcó Fernández Sancha.
Amparo y Victoriano Menchaca son tíos de los chicos que
murieron en el taller de Flores. En 2015, después de la tragedia, llegaron al equipo de la Red Textil y allí se
encontraron con un grupo humano que le alivió el dolor. La historia de ellos es
una más de muchas similares dentro del mundo textil, un rubro en el que las
empresas abaratan tanto los costos que llegan hasta el trabajo esclavo y la
muerte.
“En el sector textil
vivimos una situación similar a la de los peones rurales. Nos gustaría saber: ¿cuántos
talleres clandestinos descubrieron desde 2015 hasta la fecha? ¿Y cuántos trabajadores rurales esclavizados
rescataron en estos últimos años? Los registros no existen, no se visibiliza
esta situación. Parece que desapareció la explotación laboral en el campo y en
los talleres. De ninguna manera, sigue y es cada vez peor”, denunció Fernández
Sancha.
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