jueves, 23 de marzo de 2017

Las cooperativas textiles se capacitan para afrontar la crisis que vive el sector

La Fundación Banco Credicoop y la Red Textil Cooperativa presentan nuevos cursos de formación que apuntan al fortalecimiento productivo del sector en un momento crítico de la industria  textil.


Entre la Fundación Banco Credicoop y la Red Textil Cooperativa (RTC) se está articulando una serie de cursos de formación de diseño de indumentaria textil, comercialización y comunicación para desarrollar una marca propia de las cooperativas que integran la federación. Los cursos están destinados a fortalecer  la gestión cooperativa, fundamentalmente al diseño productivo y el desarrollo de una línea propia, con una estrategia comercial para incorporarse exitosamente al mercado.

“La idea es que la RTC vaya diseñando y desarrollando con sus propias cooperativas.
Son cursos que se implementan a través del programa Crédito Fiscal. Es una inversión que el Banco Credicoop realiza mediante su fundación para fortalecer la experiencia de la RTC y defender los puestos de trabajo que con tanto esfuerzo lograron los compañeros. Son cursos pensados para la necesidad de ganar mercados y sostener los talleres, a través de un entramado propio y fortalecer los procesos de economía social y solidaria en momentos tan críticos con el ajuste y la recesión que impulsa el gobierno de Macri”, sostuvo Alberto Gandulfo, referente de la Fundación Credicoop.

En Buenos Aires, los talleres que se dictan en la Cooperativa de Trabajo Mac Body son Introducción al Diseño de Indumentaria y Textil, la profesora a cargo es la diseñadora Marcela Bonifacio; en tanto, el de Comercialización y Marketing lo brinda Cristian Kliver; y en La Plata el Fabián Santamarina. En  la ciudad de las diagonales también se abrió un taller de comunicación.



En el curso de Introducción al Diseño de Indumentaria Textil se buscará que las talleristas entiendan el diseño como un proceso creativo, evolutivo e integrador de saberes, agudizar sus sentidos, el poder de observación de la realidad, en la búsqueda de elementos utilizables en el proceso creativo. Además de  reconocer y entender el sistema de la moda, las tendencias y el mercado de la indumentaria en nuestro país y el resto del mundo, e iniciar el desarrollo de un estilo propio y personal con capacidad de adaptación a las necesidades de la sociedad.

María Fernanda Marza consideró que capacitarse en oficios es un objetivo fundamental para las cooperativistas textiles de Salta. “Hoy esta iniciativa es una gran oportunidad para abrir puertas, crear estrategias y potenciar la calidad de la producción. Este año nos pusimos como meta capacitarnos en el oficio y lo estamos logrando. Estamos creciendo en el conocimiento y abrimos el espacio para otras cooperativas interesadas. Ganamos en calidad y aprendemos a comercializar nuestros productos”, se entusiasmó la presidenta de Diseño de Mi Pueblo, cooperativa de Vaqueros, provincia de Salta, donde desde el 6 de marzo se dicta el taller de Diseño de Indumentaria. En tanto, en  La Rioja empezará en abril un taller de Gestión y Administración Cooperativa.

Además de producir, las cooperativas apuntan a vender mejor sus productos textiles. La pregunta a responder es ¿Cómo conseguir más clientes y mejores ventas en base a un plan de marketing viable? La respuesta se encontrará en los talleres teórico-prácticos, donde los asistentes adquirirán los conocimientos necesarios para la creación de un plan de marketing aplicable a la realidad de las cooperativas. El objetivo es que usen esos conocimientos en la creación de las diferentes etapas de un plan integral. En las clases se valorará el intercambio de experiencias y aprendizajes colectivos.

“El desafío de las cooperativas hoy es participar activamente de estos cursos de formación, apropiarse de esos espacios destinados a cada uno de los asociados y salir fortalecidos en un proceso de largo plazo que nos permita afrontar toda esta situación económica adversa. Siempre levantando las banderas del asociativismo. Hoy defender el trabajo cooperativo es un acto revolucionario. Y el cooperativismo es la única salida que tiene nuestros pueblos para generar trabajo, distribuir la riqueza y avanzar en la justicia social”, agregó Gandulfo, funcionario de Desarrollo Social durante la gestión de Alicia Kirchner.

miércoles, 1 de febrero de 2017

“Hay un plan sistemático para destruir la industria nacional y hostigar al pueblo trabajador”

Hace pocos días un costurero ingresó con cámara oculta a un taller clandestino, donde 13 personas eran sometidas a la servidumbre y el hacinamiento. El taller, ubicado en el barrio de Mataderos, hace varios años que trabaja exclusivamente para la firma Cheeky de Juliana Awada.

Nada de esto nos sorprende. Hay un plan sistemático para desaparecer la industria textil en el país. Que Awada siga apoyando la esclavitud y la precarización laboral en los talleres clandestinos es consecuencia de la saña y la venganza  de este Gobierno hacia los sectores populares. Explotan a los mismos  inmigrantes que después condicionan con leyes sumamente xenófobas.

El taller clandestino de Mataderos trabaja exclusivamente para la firma de Awada en la confección de pantalones para chicos. Estamos hablando de empresarios que hicieron su riqueza a costa del trabajo del pueblo trabajador. Y no solo el argentino. Sino que también a esos mismos inmigrantes que hoy quieren echar o restringir su ingreso a nuestro territorio. 

Es inconcebible que la primera dama siga apoyando en sus empresas el trabajo esclavo. Este es el peor momento de la industria textil en muchos años, donde las cooperativas cierran, el Estado sigue rechazando el trabajo textil, negando matrículas y hostigando a las cooperativas. Para la confección de guardapolvos o remeras, dan trabajo a empresas del sector, pero no les pagan o les pagan por debajo de cualquier convenio de trabajo.

Los mecanismos y estrategias que despliegan para mantener esclavizados a los trabajadores son siempre los mismos: los costureros están privados de su libertad, les retienen sus documentos de identidad, trabajan más de 8 horas en condiciones inhumanas y viven hacinados en lugares inhabitables. Para salir a calle deben dejar sus pertenencias como garantía.  Esta es la esclavitud moderna, avalada por el macrismo en la ciudad durante muchos años. Y ahora a nivel nacional.

Pero no todo está perdido. El trabajo que hace La Alameda es increíble. Nos llena de orgullo encontrarnos con compañeros que siguen denunciando este tipo de abusos y explotación en el sector textil. Cheeky ya había sido denunciada penalmente en la gestión de Jorge Telerman, la Defensoría del Pueblo y la Alameda en enero de 2007. En aquella oportunidad, se habían logrado inspeccionar varios talleres con costureros sometidos a la servidumbre, y sin embargo el ex Juez Federal Guillermo Montenegro sobreseyó a la firma. Y otros talleres de Juliana Awada ya habían sido denunciados  en 2006 y  2010. Pero todo sigue igual. Siguen explotando a nuestros trabajadores.

Joaquín Fernández Sancha, presidente de la Red Textil Cooperativa (RTC) y referente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), tras conocerse la cámara oculta realizada por un trabajador donde se comprueba el trabajo esclavo en los talleres de la firma Cheeky.